Björk: quién es, cómo entrarle y por qué

Cómo explicar que hay alguien que habita el mismo plano y universo que nosotros, el resto de los humanos mortales comunes y corrientes, que levante tantas pasiones y provoque al debate tan rápido por su trabajo artístico. Cómo puede alguien tener una canción dulce y popular que la puso en la cima y los charts del mundo y al mismo tiempo producciones tan complejas que hacen cuestionar el buen gusto o la inteligencia del escucha, tener joyas que exploran la música electrónica, el industrial, la música de cámara, etc. Alguien que haga cosas que puedes amar con profundidad y otras que te confronten de manera tan directa y salir invicta, tanto de las críticas profesionales como de las de su mismo público. Y eso sólo es un poco de lo que se puede decir de Björk. Eso y que viene a nuestro país una vez más este 2017.

Es interesante repasar la vida musical de una figura tan extraña y extraterrestre como Björk, tanto interesante como complicado. Una chica islandesa que comienza su carrera desde niña, que pasa por un ejercicio de punk rock llamado Tappi Tíkarrass y posteriormente se une a una de las grandes bandas de culto no sólo de Islandia, sino de todo Europa y otras tantas partes del mundo: The Sugarcubes.

Para los noventa, ya preparada para una carrera solista, lanza su primer disco, Debut (1993) del cual se desprenden grandes sencillos como Violently Happy y Big Time Sensuality, donde ya se vería una dirección estética bastante definida, pero fuertemente influenciada sonoramente por la música de la época, especialmente el house, big beat y trip hop.

En el 95, para su segundo material, Post, Björk entrega un puñado de canciones legendarias que hasta la fecha resuenan en el imaginario colectivo y los oídos de muchos entusiastas de la música, léase IHyper Ballad, t’s Oh So Quiet, I Miss You y por supuesto, la grandiosa Army Of Me. Un álbum que contó además con la ayuda de Tricky, el ex miembro de Massive Attack. No sería hasta Homogenic (1997) en donde veríamos una faceta mucho más complicada de la cantante, acercándose a terrenos mucho más intrincados y menos pop, pero enormemente emocionales y preciosistas, de dicho disco se desprende otro de sus más famosos sencillos, All Is Full Of Love, el cual además se acompañaba de un fabuloso y futurista video dirigido por Chris Cunningham, responsable de extraños y deslumbrantes videoclips de otros grandes como Aphex Twin, Leftfield y Squarepusher, entre muchos más.

Los primeros años de siglo XXI verían nacer poco a poco una nueva encarnación cada vez más fantástica y enmarañada de Björk, tanto en lo musical como en lo visual, empezando por  Vespertine (2001), en el que la etiqueta de “alternativo” que por tanto tiempo le acompañó le quedaba cada vez más corta y se borraba con cada minuto de su nueva música. Medúlla (2004) fue todo un disco de ruptura, empezando por la concepción y aproximación a las melodías y ritmos, muchos de los cuales fueron creados sólo por voces y beatboxing, y en los cuales ayudó gente como Mike Patton (Fantomas, Faith No More) y el místico Robert Wyatt de Soft Machine. Una de las canciones más grandilocuentes y que mejor ilustran este álbum es Where Is The Line.

De Volta (2007) se pueden decir algunos lugares comunes pero verdaderos, como que es un vistazo a su época más accesible, empezando con sencillos como Earth Intruders, que hace reminiscencia a sonidos caribeños y sonidos que se pueden rastrear incluso al trabajo de Tom Waits de la época Swordfishtrombones.

Biophilia y Vulnicura  de 2011 y 2015 respectivamente, sus dos más recientes álbumes son una miscelánea de experimentos sonoros que pondrían a prueba a más de uno y en los que la cantante ha tratado de transgredir la música popular y su propia música, ambas cada vez más extravagantes.

Y así, a pesar de poder no ser del completo agrado de muchos, algo hay que reconocer de Björk: es una artista completa que no quiere estancarse. Sólo el tiempo dirá si lo ha logrado; lo que sí es que siempre vale la pena darle el beneficio de la duda, además de que muchos aseguran que es algo que no se debe perder en vivo.

Björk se presentará en la Ciudad de México el 29 de marzo de este año en el Auditorio Nacional. La venta de boletos comienza el 15 de enero y va de de los $750 a los $6500.