Demorado marzo y azulado el momento

Demorado llegó marzo, con sus jacarandas apenas floreciendo en medio del caos y con la primavera entrando de última. Y aunque tarde, llegó también de morado para vestir la ciudad más chula que de costumbre y hacer juego con el claro azul del cielo.

Ese morado rebosante y esplendoroso que nos alegra cada año en la época primaveral es cortesía de Tatsugoro Matsumoto, un arquitecto paisajista japonés que se asentó en México en 1896 y empezó a construir imponentes y preciosos jardines para las familias más acaudaladas que habitaban en la Colonia Roma de la Ciudad de México, así como para la clase política del país.

Tatsugoro y Sanshiro, su hijo, fueron quienes recomendaron al presidente Álvaro Obregón plantar jacarandas en las principales avenidas de la ciudad, árboles que él mismo introdujo desde Brasil y que estaba convencido de que se verían favorecidas por las condiciones climatológicas.

Así, desde hace casi más de cien años el vívido color morado de las jacarandas emerge cada marzo para combinarse con el cielo, contrastar con el desorden de la urbe y seducir a los amantes de lo sencillo y lo soberbio al mismo tiempo.

Puebla no es la excepción. En Guía oca queremos adoptar, y adaptar, el hanami, cuya traducción literal es “ver flores”, pero que se usa para nombrar la tradición japonesa de admirar la belleza de las flores; queremos que contemples con nosotros el encanto inagotable de estos árboles y de cada flor. Por ello, te recomendamos que te acerques a estos sitios a donde el encanto de morado se presenta cada año, y aunque a veces se atrase, llega seguro.