Niñas que se convirtieron en grandes mujeres
Recordamos el trabajo de seis mujeres y su historia
Nuestros sueños y deseos son aquello que nos impulsa y nos mantiene vivos. De niños todos imaginamos qué seremos cuando nos volvamos adultos y jugamos a ser tal o cual personaje. Al llegar a esa etapa te das cuenta de que existen ciertos obstáculos, algunos de ellos te hacen crecer, e incluso, formar un camino. Otros ni siquiera te permiten hacer uno.
Ser mujer en cualquier época y país se ha significado una lucha constante en contra de prohibiciones irracionales, es tener que “ganarte” un “derecho” que otros gozan sin restricción alguna. Por ello, en Guía oca, queremos recordar a seis personajes que soñaron y dejaron un legado que sigue inspirando, a hombres y mujeres, a establecer la equidad que este mundo necesita.
En 1981, dentro del movimiento No Wave y el hardcore punk, surgió en Nueva York una banda con un poderío emblemático hasta el día hoy. De esta banda destacamos a Kim Gordon, su bajista, que a sus 63 años ha trabajado como compositora y artista visual. Ha trabajado con artistas de la altura de Lydia Lunch, Yoko Ono, Courtney Love (a la quien le produjo el primer disco de su grupo Hole), entre muchos otros.
En medio de la cultura de medio oriente resulta muy difícil como mujer expresar ideas, sentimientos, opiniones, obras artísticas y un sin fin de manifestaciones más. Para Marjene Satrapi aplicó la misma situación hasta que decidió tomar sus cosas y mudarse a París. Ahí conoce a David B. quien la motiva a contar su historia que vivió desde niña para llevarla al mundo del cómic. Así fue como nació el autobiográfico Persépolis, una multipremiada obra que llegó hasta la pantalla grande.
Entender a los animales puede llegar a ser imposible para muchas personas e, incluso, volverse una actividad exótica en la que sólo personajes de ficción, como Eliza Thornberry, se pueden desarrollar. En la vida real exististe alguien que se ha dedicado más de 55 años al cuidado de los chimpancés y a estudiar su interacción. Jane Goodall ha dedicado una vida entera a proteger los Derechos No Humanos desde su profesión como primatóloga, etóloga, antropóloga y mensajera de paz ante las cámaras de la ONU.
Entre los años 1939 y 1942 llegó a México un grupo de refugiados españoles, entre ellos había un grupo de intelectuales y artistas que encontraron en nuestro país un lugar para establecerse y seguir desarrollando su obra, entre este grupo se encontraba la pintora Remedios Varo. Su estilo surrealista con elementos oníricos se hizo representativo en distintos puntos del mundo y le hizo relacionarse con varios artistas de la época. Una de sus contemporáneas y amiga cercana fue la también reconocida pintora y escritora Leonora Carrington.
Desde muy joven se despertó en Isadora Duncan un interés por las expresiones artísticas, ello la llevó a explorar campos atrevidos y revolucionarios en el ámbito de la danza. Su principal influencia venía de la antigua Grecia, tomó formas de aquella época y las fusionó con la danza clásica presente en su momento. El resultado no fue muy bien aceptado por algunos puritas, sin embargo, ahora Isadora se considera la creadora de la danza moderna e inspiración para muchos.
A pesar de los años, la lucha en contra de la segregación racial es algo que no está completamente resuelto. Una chica afroamericana llamada Angela Davis tomó las riendas de un movimiento que buscaba la no violencia y discriminación en cuanto a situación étnica. Buscó obtener un mejor trato en las prisiones y se interesó en las Panteras Negras, un grupo político y de autodefensa afroamericano. Davis fue inculpada y etiquetada como “criminal más buscado”. En vez de someter su espíritu de lucha constante, Angela inspiró que el movimiento creciera, e impulsó a muchos otros a romper aquellas barreras que hasta el día de hoy no están completamente disueltas.